Cromo: un thriller de ciencia y pasión en la TV Pública
La miniserie dirigida por Lucía Puenzo, su hermano Nicolás y Pablo Fendrik se estrenó ayer por la pantalla de la Televisión Pública y logra fusionar elementos del discurso científico con un triángulo pasional, en un thriller donde los paisajes de la Antártida, la Patagonia y los esteros del Iberá, junto a los protagónicos a cargo de Germán Palacios, Guillermo Pfenning y Emilia Attías, parecen mostrar sus aristas más complejas e inquietantes.
El primero de los doce capítulos -de una hora cada uno- reveló sin vueltas el conflicto central de la trama, la confusa muerte de una bella científica (Attías), quien investigaba las actividades de una curtiembre en Corrientes y la presencia de cromo en la sangre de la gente del lugar, es el disparador para que otros dos científicos, el esposo (Pfenning) y su gran amigo (Palacios) -que además era su amante-, viajen hasta el lugar para descubrir qué pasó y terminen arriesgando sus vidas en el intento.
El cuerpo de la joven aparece sin vida, abandonado en un estero y a partir de esa noticia la cotidianidad de los otros dos investigadores, hasta ese entonces compartiendo una habitación en una base de la Antártida, cambiará para siempre, especialmente porque la muerte deja al descubierto un entramado donde la culpa, la infidelidad y el amor entre el personaje de Palacios y la joven fallecida se mezclan sin grandilocuencia.
Creada a partir de textos del periodista Martín Jauregui, productor asociado del envío, escrita por Sergio Bizzio, Leonel D'Agostino y Lucía Puenzo, los cuidados planos de imponentes escenarios naturales contrastan con los breves gestos, las contradicciones y la fragilidad de las personas, en un relato que parece emparentarse con "Los cuentos de la selva", de Horacio Quiroga, capaz de acercar el tema del cuidado ambiental y volverlo una cuestión cercana.
Buen ritmo narrativo, actuaciones creíbles y una historia que promete más revelaciones del orden "de nada es lo que parece", mientras que muestra con valentía al deseo en la génesis de las aspiraciones científicas, donde algunos investigadores escalan montañas, caminan sobre el hielo, se meten al agua donde viven los yacarés y las pirañas en su aproximación diaria a los objetos de estudio.
La pasión como motor hasta de las acciones más altruista, vuelve a las criaturas de "Cromo" reconocibles y verdaderas en sus contradicciones y hasta los científicos que aparecen trabajando detrás de sus mesadas blancas también se revelan atravesados por los miedos.
El nuevo thriller de la Televisión Pública tiene una impronta intensa de serie para lograr que "las escenas del próximo capítulo" dejen al espectador en el estadio emocional despertado por el "continuará" del folletín por entregas, con ganas de seguir tejiendo hipótesis acerca del futuro oscuro -se intuye el drama- de sus criaturas.
La ficción ganadora del concurso Prime Time 2015 de Fomento TDA, organizado por el INCAA y el Ministerio de Planificación Federal, cuenta con el asesoramiento del biólogo Fernando Meijide del Conicet, ya que las cuestiones relacionadas con la ecología y los daños causados al medio ambiente se basan en hechos y datos reales y puede verse los martes, a las 22.30, por la pantalla de la Televisión Pública.
Fuente: www.telam.com.ar
El primero de los doce capítulos -de una hora cada uno- reveló sin vueltas el conflicto central de la trama, la confusa muerte de una bella científica (Attías), quien investigaba las actividades de una curtiembre en Corrientes y la presencia de cromo en la sangre de la gente del lugar, es el disparador para que otros dos científicos, el esposo (Pfenning) y su gran amigo (Palacios) -que además era su amante-, viajen hasta el lugar para descubrir qué pasó y terminen arriesgando sus vidas en el intento.
El cuerpo de la joven aparece sin vida, abandonado en un estero y a partir de esa noticia la cotidianidad de los otros dos investigadores, hasta ese entonces compartiendo una habitación en una base de la Antártida, cambiará para siempre, especialmente porque la muerte deja al descubierto un entramado donde la culpa, la infidelidad y el amor entre el personaje de Palacios y la joven fallecida se mezclan sin grandilocuencia.
Creada a partir de textos del periodista Martín Jauregui, productor asociado del envío, escrita por Sergio Bizzio, Leonel D'Agostino y Lucía Puenzo, los cuidados planos de imponentes escenarios naturales contrastan con los breves gestos, las contradicciones y la fragilidad de las personas, en un relato que parece emparentarse con "Los cuentos de la selva", de Horacio Quiroga, capaz de acercar el tema del cuidado ambiental y volverlo una cuestión cercana.
Buen ritmo narrativo, actuaciones creíbles y una historia que promete más revelaciones del orden "de nada es lo que parece", mientras que muestra con valentía al deseo en la génesis de las aspiraciones científicas, donde algunos investigadores escalan montañas, caminan sobre el hielo, se meten al agua donde viven los yacarés y las pirañas en su aproximación diaria a los objetos de estudio.
La pasión como motor hasta de las acciones más altruista, vuelve a las criaturas de "Cromo" reconocibles y verdaderas en sus contradicciones y hasta los científicos que aparecen trabajando detrás de sus mesadas blancas también se revelan atravesados por los miedos.
El nuevo thriller de la Televisión Pública tiene una impronta intensa de serie para lograr que "las escenas del próximo capítulo" dejen al espectador en el estadio emocional despertado por el "continuará" del folletín por entregas, con ganas de seguir tejiendo hipótesis acerca del futuro oscuro -se intuye el drama- de sus criaturas.
La ficción ganadora del concurso Prime Time 2015 de Fomento TDA, organizado por el INCAA y el Ministerio de Planificación Federal, cuenta con el asesoramiento del biólogo Fernando Meijide del Conicet, ya que las cuestiones relacionadas con la ecología y los daños causados al medio ambiente se basan en hechos y datos reales y puede verse los martes, a las 22.30, por la pantalla de la Televisión Pública.
Fuente: www.telam.com.ar
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