Con unos 200 extras ayer se filmaron escenas en el Cine Teatro Español
A partir de la una de la tarde de ayer la cuadra del Cine Teatro Español pareció haber retrocedido en el tiempo. Decenas de chacabuquenses respondieron a la convocatoria de participar en la filiación de las escenas de El secreto de Lucia que se desarrollarían en el interior y las afueras de la tradicional sala local.
El entusiasmo de los casi 200 extras –algunos seleccionados en el casting previo al rodaje, otros llegados ayer mismo por el llamado de la producción ayudo a sostener la paciencia necesaria para aguantar el paso de las horas antes de enfrentarse a las cámaras.
Emilia Attias, Carlos Belloso y Tomas Pozzi tuvieron un arduo trabajo, al que se sumaron el Turco Naim y Adrian Navarro. Además de representar al público que, en la historia que se relata, concurre a ver el espectáculo de los personajes Lucia, Juan y Juanito, los extras disfrutaron de los entretelones del rodaje de una película. Ni que hablar de un grupo de adolescentes que de esperar tras las cintas demarcatorias pasaron a ser llamados también como extras. En pocos segundos dejaron la impaciencia y se encontraron inesperadamente como espectadores de lujo de la magia del cine.
El rodaje prosiguió en las afueras del Español que, al igual que la cuadra del Registro Civil, se ambiente con vehículos de la época.
El entusiasmo de los casi 200 extras –algunos seleccionados en el casting previo al rodaje, otros llegados ayer mismo por el llamado de la producción ayudo a sostener la paciencia necesaria para aguantar el paso de las horas antes de enfrentarse a las cámaras.
Emilia Attias, Carlos Belloso y Tomas Pozzi tuvieron un arduo trabajo, al que se sumaron el Turco Naim y Adrian Navarro. Además de representar al público que, en la historia que se relata, concurre a ver el espectáculo de los personajes Lucia, Juan y Juanito, los extras disfrutaron de los entretelones del rodaje de una película. Ni que hablar de un grupo de adolescentes que de esperar tras las cintas demarcatorias pasaron a ser llamados también como extras. En pocos segundos dejaron la impaciencia y se encontraron inesperadamente como espectadores de lujo de la magia del cine.
El rodaje prosiguió en las afueras del Español que, al igual que la cuadra del Registro Civil, se ambiente con vehículos de la época.
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