Corazón... y pases cortos
El primer capítulo de la tira de El Trece dejó planteados personajes, conflictos, amores y lealtades. Y con buen ritmo.
El Club Social y Deportivo Colmurano tiene una deuda de 700.000 pesos y está a un paso de ser rematado. La unión de todos los que tuvieron a ese lugar como escenario de una porción importante de sus vidas es la única solución que se vislumbra. O al menos, aquella a la que apuesta Inesita (Soledad Silveyra), la actual presidenta de la entidad, empeñada en bailes, rifas y un as en la manga: un campeonato interclubes con un premio de medio millón.
Así las cosas, a la tercera escena de Mis amigos de siempre (a las 22, por El Trece, desde anoche) empiezan los encuentros. A muchos de los personajes les han pasado quince años y demasiada vida desde la última vez que se vieron. Por ejemplo, a los tres protagonistas: Simón, Manuel y Julián (Nicolás Cabré, Nicolás Vázquez y Gonzalo Heredia, respectivamente). Las estrellas del equipo de fútbol infantil que perdió el campeonato del ‘98 por un poquito así. Y que ahora serán los encargados de renovar las viejas glorias, al menos en los sueños de Inesita, que además es la madre de Julián.
Al principio ellos no quieren saber nada. Y es que a los quince minutos de novela -y con un rating “minuto a minuto” de 16 puntos- ya están desplegadas las redes de los conflictos, presentes y por venir. Simón tiene un matrimonio desavenido con Rocío (Agustina Cherri), y una hija de 7 años; un trabajo que no le gusta, un jefe insufrible, una autoestima en baja y un padre ausente, el Cholo (Osvaldo Laport), con el que -también- se reencuentra después de años y rencores. Manuel, por su parte, vuelve a ver a Rocío, su novia del primario y de la que -ya nos dimos cuenta- jamás dejó de estar enamorado. Y Julián viene de jugar en Europa y no bien pisa el club queda deslumbrado con Barbie (Emilia Attias), que se está por casar con el jefe de Simón.
Con ritmo, pero sin vértigo, el guión de Jorge Maestro y Claudio Lacelli marcó sus líneas de seducción, y la resolución visual acompañó con coherencia, lo que no es poco. Costumbrismo, emociones a flor de piel y el necesario toque de humor (atentos a la dupla de Inesita y su amiga interpretada por Claribel Medina). Romances para todos los gustos, con Calu Rivero como “el sapo de otro pozo” que atrae a Simón, y la historia adulta a cargo de una pareja que marcó hitos en el género: Solita y Laport. De entrada, hay equipo para un buen campeonato.
Fuente: clarin.com
 |
| Pasión a primera vista Barbie (Emilia Attias) y Julián (Gonzalo Heredia). |
El Club Social y Deportivo Colmurano tiene una deuda de 700.000 pesos y está a un paso de ser rematado. La unión de todos los que tuvieron a ese lugar como escenario de una porción importante de sus vidas es la única solución que se vislumbra. O al menos, aquella a la que apuesta Inesita (Soledad Silveyra), la actual presidenta de la entidad, empeñada en bailes, rifas y un as en la manga: un campeonato interclubes con un premio de medio millón.
Así las cosas, a la tercera escena de Mis amigos de siempre (a las 22, por El Trece, desde anoche) empiezan los encuentros. A muchos de los personajes les han pasado quince años y demasiada vida desde la última vez que se vieron. Por ejemplo, a los tres protagonistas: Simón, Manuel y Julián (Nicolás Cabré, Nicolás Vázquez y Gonzalo Heredia, respectivamente). Las estrellas del equipo de fútbol infantil que perdió el campeonato del ‘98 por un poquito así. Y que ahora serán los encargados de renovar las viejas glorias, al menos en los sueños de Inesita, que además es la madre de Julián.
Al principio ellos no quieren saber nada. Y es que a los quince minutos de novela -y con un rating “minuto a minuto” de 16 puntos- ya están desplegadas las redes de los conflictos, presentes y por venir. Simón tiene un matrimonio desavenido con Rocío (Agustina Cherri), y una hija de 7 años; un trabajo que no le gusta, un jefe insufrible, una autoestima en baja y un padre ausente, el Cholo (Osvaldo Laport), con el que -también- se reencuentra después de años y rencores. Manuel, por su parte, vuelve a ver a Rocío, su novia del primario y de la que -ya nos dimos cuenta- jamás dejó de estar enamorado. Y Julián viene de jugar en Europa y no bien pisa el club queda deslumbrado con Barbie (Emilia Attias), que se está por casar con el jefe de Simón.
Con ritmo, pero sin vértigo, el guión de Jorge Maestro y Claudio Lacelli marcó sus líneas de seducción, y la resolución visual acompañó con coherencia, lo que no es poco. Costumbrismo, emociones a flor de piel y el necesario toque de humor (atentos a la dupla de Inesita y su amiga interpretada por Claribel Medina). Romances para todos los gustos, con Calu Rivero como “el sapo de otro pozo” que atrae a Simón, y la historia adulta a cargo de una pareja que marcó hitos en el género: Solita y Laport. De entrada, hay equipo para un buen campeonato.
Fuente: clarin.com
Comentarios